CONSULADO GENERAL HONORARIO DE FILIPINAS EN ANDALUCÍA OCCIDENTAL

 

El pueblo filipino quedó perplejo del heroísmo de ese puñado de españoles, que hasta el último día defendieron la enseña nacional hasta que el 2 de Junio de 1899, la puerta maciza de la iglesia se abrió, la trompeta de la rendición sonó y los filipinos que asediaban la iglesia gritaron "amigos, amigos", mientras en marcha militar y desvalidos salían del interior de la iglesia. Es indudable que fue un claro gesto de reconciliación entre dos países enfrentados en una larga y amarga batalla, pero la amistad continúa después de más de cien años, existiendo unas magníficas relaciones entre el Reino de España y la República de Filipinas.

Cita de "Carta de un Hijo Adptivo de Baler"